El objetivo de esta actividad es conseguir una mayor comunicación entre nuestros alumnos, mientras mejoran su redacción escrita, cada semana.
Destinatarios: A partir del segundo ciclo de primaria. (Creo que sería interesante aplicarla en aquellas clases o cursos en los que el grupo-aula vea alterada su estructura; es decir, en ciertas asignaturas o en los cursos iniciales de ciclo.)
Objetivos:
- Leer y comprender textos.
- Aprender a usar la estructura básica de un modelo-carta.
- Desarrollar la capacidad para discernir entre las ideas principales y secundarias.
- Comprender diversos escritos.
- Desenvolverse en situaciones comunicativas.
- Utilizar la lengua escrita para intercambiar ideas, experiencias, sentimientos, adoptando una actitud respetuosa ante las aportaciones de los demás.
En la asignatura de educación plástica se les propondrá a los alumnos realizar un pequeño buzón con los materiales que sean de su agrado. Una vez finalizados todos, se realizará una votación popular de toda la clase para escoger el más bonito y funcional. (Es importante no coartar la imaginación y creatividad de los alumnos, pero todos los buzones deberán tener una ranura para echar las cartas y un acceso para extraer los escritos sin deteriorar el buzón.)
A partir de este momento se les explicará a los alumnos el funcionamiento de esta actividad.
El buzón seleccionado, se colocará en un lugar visible para todos. Cada semana en la hora de lectura, o de lenguaje, cada alumno deberá escribir una carta a un compañero distinto.
Antes de depositar la carta en el buzón, ésta debe ser revisada por el profesor, ya que el objetivo principal es desarrollar la capacidad escrita de los alumnos, además de controlar que no surjan abusos a otros compañeros. Una vez que la carta ha sido revisada y no tiene faltas de ortografía, puede ser depositada en el buzón de la clase.
Sería positivo que para que la actividad no muriera con la primera carta, animar a los alumnos a que respondan a cada una que se les envía. Además creo que es importante que todos los alumnos reciban una carta como mínimo, por lo que al principio sería positivo que todos los alumnos tuvieran un destinatario al que escribir.
Además cada semana se puede proponer a un compañero como el "Cartero real", y según la edad de los destinatarios, colocarle una insignia distintiva esa semana.
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