Esta estrategia se apoya en el orden de los acontecimientos, sirviéndose de párrafos completos de libro leído, que los alumnos deberán ordenar según su aparición en la obra. Se deben tener tantos ejemplares del libro como sean necesarios para que puedan leerlo todos los chicos que quieran participar. Otro material indispensable serán la fichas o cartas: en cada una se habrá escrito un párrafo del libro. Debe haber una ficha para cada participante.
Todos los niños se colocarán en torno al animador.
- En primer lugar, el animador entrega una carta o ficha a cada participante, procurando haberlas barajado bien para que se altere el orden de los párrafos que contienen. Los chicos no deben leerlas hasta que todos los jugadores tengan su carta.
- Entonces se conceden cinco minutos para que las lean en silencio.
- Cuando cada chico sabe lo que está escrito en su carta, el animador indicará al primero de la fila que lea en voz alta el párrafo que le ha correspondido. A continuación lee su carta el chico que está a su lado. Si el pasaje que describe esta carta sucede en el libro antes que el del compañero que ha leído anteriormente, éste deberá cederle el puesto y colocarse segundo. Lee el tercero, y debe decir el texto que ha leído ocurre antes o después que el de sus compañeros. Si es anterior, éstos deben desplazarse y dejarle el primer sitio. Si ocurre después no deben moverse. Si la escena es anterior a una y posterior a otra, deben dejarle en un lugar intermedio y proseguir la animación, hasta que todos hayan leído los párrafos y los chicos estén en el orden que ellos creen correcto.
Cuando todos están convencidos, el animador pide silencio, les hace leer de nuevo las cartas y aún les puede dar una oportunidad de cambiarse de sitio. Es entonces cuando debe decir si el orden es correcto o no. Antes deberá callar y dejar que los chicos recompongan el libro según su criterio. Cuando se ha aclarado el orden de todos, los párrafos, cada cual lee en voz alta su ficha para evocar y rehacer la lectura del libro.
Sugerencias:
- Se puede dividir la clase en grupos pequeños y asignarles a cada uno tantos párrafos como alumnos del grupo. Cuando los subgrupos, consideren que tienen sus párrafos ordenados, se pueden ordenar a nivel general, sumando los fragmentos de cada subgrupo.
- Cada día, se pueden escoger a cuatro o cinco alumnos de la clase, que irán rotando para leer los fragmentos desordenados y el resto de compañeros colocarlos en su lugar.
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